domingo, 17 de julio de 2016

12.000 horas y el infinito se cae

A las 12.000 horas el infinito se cae, la mirada de la sillita me recordó que nadie era perfecto y ella menos que nadie, miramos al infinito caer en ensoñaciones variadas, en miradas de silencio, compren dimos que la mirada de la vida nos alejaba del firmamento, el infinito se cae, sollozó la sillita y en las palabras encontré la razón de mi vida y el porque de la muerte.