sábado, 23 de septiembre de 2017

Menos 12.000 horas y la sillita ya no está

La sillita ya no está, no está, he preguntado al sillón de psicoanalisis, a la silla del dentista, al sofa de casa, nadie la encuentra, ha desaparecido, he preguntado en la estación de autobuses y la han visto marcharse con prontitud a la cola del bus, iba sola, llorando, sin la mesita de bambú, sollozó un poco, preguntó por mi, yo la echo poco de menos, ella a mi si me dió fuerzas, aún hoy me las dá