Han pasado 12.000 horas y ha muerto la sillita, ha muerto de veras, ha fallecido de falta de barniz y de soledad como yo, he estado en el funeral media mañana, no la he llorado, no la he sentido cerca sino lejos, ha ido al funeral un sillón de psicoanálisis y un señor de Badajoz, hemos llorado al final y nos hemos reido recordando el principio, adiós sillita adios
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